El alcalde inaugura la "gran población" con un suculento contrato de personal a dedo mientras recorta a los trabajadores

             La semana pasada se supo a través del boletín de noticias interno de ayuntamiento que el nuevo puesto de "Titular de la Asesoría Jurídica Municipal" (más de 60.000 euros anuales), ha sido cubierto discrecionalmente: sin oposición, proceso selectivo público o concurso alguno.
Nos encontramos pues ante la primera concreción práctica del estatuto de "Gran Población" que ratificó  su aplicación el Ayuntamiento de San Sebastián de los Reyes  en el Pleno del 19 de Julio a través de la resolución 2155. Conviene recordar que esta aprobación se llevó a cabo sin ninguna información a los vecinos, ni mucho menos una consulta popular como pidió IU San Sebastián de los Reyes.
             Tampoco esta de más recordar que el cambio de estatus jurídico no figuraba el en programa electoral de ninguna de las formaciones políticas presentes en el ayuntamiento. La demagogia no es buena práctica política, porque en breve tiempo se devela en mentira, esperpento, y en casos más graves en corrupción y otras lindezas; como la ingenuidad se ha mostrado tantas veces compañera de errores estratégicos que nos retrasan como colectividad, como comunidad.
Justificar el nuevo estatuto de Gran Población para Sanse bajo el paraguas de una mayor participación y democracia, y convertirlo a pocos meses vista en el apoyo legal para, en tiempos de recortes de trabajadores y servicios públicos, contratar “a dedo” para puestos poco justificables con cargo a los presupuestos municipales, es sencillamente una GRAN BURLA, una GRAN MENTIRA.
            Gran Ciudad – Gran Mentira fue el titular que resumía la posición y la campaña de Izquierda Unida de San Sebastián de los Reyes  respecto a este importante e impactante cambio legislativo para la transparencia de nuestras instituciones y la democracia en nuestro pueblo. Izquierda Unida en solitario intuyó la instrumentalización de un “eslogan” muy mediático, aunque simple y engañoso: ¿quién no desea que su pueblo sea "grande"?, y aprovecharlo para reducir, ya amparados legislativamente, la democracia y la claridad que debe exigírsele a cualquier acción, gestión o servicio público.
            Y por desgracia esto no ha hecho más que empezar: cabe esperar nuevos movimientos, como vaciar al pleno de importantes competencias, convertir en secretas las deliberaciones del gobierno, sustituir representantes de los ciudadanos por personal de libre designación del Alcalde, etc.


¡Eso sí, ya tenemos numerados los barrios!


Las Grandes Mentiras también caen, si son grandes los hombres y las mujeres que se rebelan y  construyen otras realidades.


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