El próximo 25 de mayo hay elecciones, europeas en esta ocasión.
Parece que estamos tan acostumbrados a votar, y que ese votar sirva para lo contrario de lo que pretendemos, que puede incurrirse en el tremendo error de desdeñar estos procesos de consulta y decisión.
Hoy por hoy, quienes emiten los votos que después otorgan mayorías a gobiernos que decimos no nos representan, somos nosotros, los millones de trabajadores y trabajadoras de este país. El papel omnipresente y persuasivo de los medios de comunicación, logra convocatoria tras convocatoria que sean elegidos los representantes del sistema explotador que padecemos, pero esta realidad ¿hasta cuándo?
Acaso no es más evidente y real la cotidianidad insufrible que vivimos, que ese virtual bipartidismo, que nos ha conducido hasta aquí, después de 30 años de no ofrecernos soluciones, y que como dijo ayer Rajoy, hablando de Merkel y los socialdemócratas, “al final somos todos los mismos”. Probablemente nunca dijo tan gran verdad el actual Presidente del Gobierno del PP.
Bueno pues desde quienes “no somos los mismos”, desde quienes siempre hemos sido una opción pequeña, residual dirían algunos, Izquierda Unida, no solo os pedimos que vayáis a votar y que lo hagáis a esta organización que propone unas políticas que defiendan los intereses y la vida de quienes todo lo damos, los trabajadores, sino que queremos haceros partícipes de la necesidad de ser activos en el control democrático de este proceso y de procesos sucesivos. No todo está garantizado porque sí.
La presencia en las mesas electorales, no tiene un fin propagandístico, tiene un objetivo fundamental, garantizar la limpieza y la libertad en una jornada que decide nuestro futuro. Es por ello que es competencia de todos, sin exclusión, velar por las garantías democráticas, ejercer de soberanos desde el primer momento.
Como sabéis izquierda Unida somos una organización pequeña en representantes y como el resto de colectivos organizados de este país, no mucho mayor en militancia, pero si somos un conjunto de hombres y mujeres dispuestos a ofrecer nuestro trabajo sin intereses particulares, nuestras mejores aportaciones y muchas horas de esfuerzo para defender lo que es de todos, los derechos, los servicios y los anhelos públicos. Pero solos no podemos, se hace imprescindible, y en ello trabajamos, construir un marco amplio y común de la izquierda, y para ello necesitamos del concurso y la participación de muchos de vosotros, hoy alejados por múltiples razones que precisan de un debate sereno pero impostergable, de una participación social y política activa.
Ser apoderado de Izquierda Unida, es un ofrecimiento y una solicitud que os hacemos. No implica más que dedicar una jornada de domingo a lo que debería ser un motivo de alegría, un día en el que decidimos, y eso sí, aportar luz, taquígrafos y limpieza que es lo mínimo que debe exigírsele a esta “democracia” nuestra. Una valiosa aportación ciudadana.
Desde Izquierda Unida os garantizamos la mayor transparencia en nuestras decisiones, y la mayor participación en lo que a todos nos afecta.
Gracias por atender a estas razones, gracias por la reflexión y gracias por vuestra colaboración, si así lo consideráis.